«La cultura no es un programa aburrido de Sánchez Dragó»

Javier Ojeda / Cantante y compositor, desde hace 25 años voz del histórico grupo malagueño Danza Invisible, considerada una de las mejores bandas en directo del pop español / Sus hermanos mayores le metieron la música en el cuerpo; una canción de Murray Head, ‘Say it ain’t so, Joe’, lo atrapó / No deja el tabaco porque le mejora la voz / Para vivir necesita siempre cantar y, de vez en cuando, cervecita y gambas / Histriónico, para él es inevitable bailar y hacer bailar / Sube ahora a los escenarios con ‘Polo Sur‘, su primer disco en solitario.

La danza era antes invisible y ahora es solitaria, ¿toca cambiar de paso?

Toca la combinación de pasos. Un disco en solitario es sólo un leve desvío del camino.

¿Renovarse o morir?

Por supuesto, eso siempre. Llevo toda la vida pendiente de renovarme. Ahora, con los cuarenta, la necesidad se hace más imperiosa.

Decía el bolero que veinte años no es nada, ¿y veinticinco?

Tal y como está el mundo discográfico es un orgullo increíble. ¿Qué banda puede comer todavía de la música tras veinticinco años de trabajo?

Y el mundo, ¿se ve ahora de otra manera?

Más podrido que nunca. Cuando el presidente de la nación más poderosa del mundo es un tipo belicista como Bush es una señal de que bastante mal van las cosas.

Dicen que la edad da sabiduría, ¿y algo más?

En mi caso, agudiza mucho la vena contestataria. Políticamente, por lo que antes contaba. Socialmente, por la pasividad de nuestro país a la hora de enfrentarse con problemas acuciantes, como el ecologismo o la inmigración. Culturalmente, creo que en España hemos tocado fondo. Y ya no puede decirse que la culpa es del aznarismo.

Pues imagínese que es ministro de Cultura, ¿qué propondría?

Concienciar a la gente, y en especial a la juventud, de que la cultura no es un programa aburrido de Sánchez Dragó. Puede ser algo loco, juvenil, salvaje y ultradivertido. Ese era el concepto que tenía la juventud en los 80. De hecho, de esa juventud loca ha salido el artista español de mayor proyección internacional, Almodóvar. Es patético que el único programa musical que se emite en ‘prime time’ sea ‘Operación Triunfo’, un programa de imitadores.

Los 80, ¿hay que mirarlos con nostalgia, con asombro o con ternura?

Me huele que más con ternura, porque la descomposición de la movida la causó la heroína.

De Madrid al cielo. Y de Málaga, ¿a dónde?

Adonde sea. Lo mejor de ser malagueño es que nuestro sentido del nacionalismo es prácticamente nulo, no existe.

O sea, que la realidad nacional le da risa.

Mucha, mucha risa.

¿Su primer choque con la vida fue descubrir que los Reyes Magos no existen?

¿No! Pero, como tanta gente, mi etapa más conflictiva fue la adolescencia. Llegué a escaparme de casa durante dos días, quería escapar de la rigidez de la educación que tenía por aquel entonces. Dicho esto, ahora, con mis padres me llevo de la ostia.

¿Cree más en el diablo o en dios?

Creo más en algún tipo de dios, un ser superior y benigno.

¿Algún concierto que le hubiese gustado haberse ahorrado?

Sí, en Cabra. Fue el único concierto inaceptable que he hecho en toda mi vida. La noche anterior había estado de fiesta, no había dormido hasta las tantísimas, había perdido la voz. Hice un concierto indigno, afónico y descompuesto, con la plaza llena. Juré que no me volvería a suceder y no me ha sucedido.

De verdad, ¿cómo carga las pilas?

No sé conducir, por tanto, desde que era adolescente, voy en bicicleta a todos lados. Puedo hacer veinte, treinta o cincuenta kilómetros al día en bici.

¿Canta para vivir o vive para cantar?

¿Vivo para cantar, sin duda! Creo que hay poca gente en el mundo más enamorada de su profesión que yo.

En ‘Polo Sur‘ nos propone ‘Emborracharnos de amor‘. Por favor, ¿denos también un consejo para ese tipo de resaca?

Emborráchate de amor‘ es una letra con doble sentido, el personaje de la canción se dirige en realidad a una prostituta. Mi consejo, que hay que disfrutar de la vida de la mejor manera que tengas y aprovecharla. ¡Esto se pasa en un suspiro!

 

(Entrevista de Mª Eugenia Merelo en Sur Digital)